miércoles, 11 de marzo de 2009

Otra vez, Chávez y las FARC

Alfredo Michelena

Las tensas relaciones con Colombia vuelven a estar en la palestra y el tema es el mismo: las relaciones de los bolivarianos con la FARC. Esta vez el ministro de defensa colombiano al conmemorar la operación Fénix- que culminó con la muerte de Raúl Reyes-declaró que perseguirían a las FARC donde estuvieran metidas, pues es un acto de legítima defensa. Ya el presidente Uribe había dicho que jefes de las guerrillas vivían en el extranjero, lo que RCN precisó al informar que la mayoría ellos estaban en Venezuela. Es más, se ha colado a la prensa que Uribe le habría dado, como lo hizo en pasadas oportunidades, las ubicaciones de los nueve miembros del Estado Mayor de las FARC que viven en Venezuela además de la información de que su jefe máximo Alfonso Cano estaría en Barinas.

La respuesta no vino de Chávez sino que la Cancillería, sin tratar el tema de la presencia guerrillera, rechazó con sobradas razones la advertencia de que otra operación Fénix pudiera realizarse. Uribe mandó a callar a su ministro, pero la acusación siguió sin ser desmentida.

Recientemente la Corte Penal Internacional (CPI) solicitó al vecino país, y les fueron entregados formalmente, los datos contenidos en el computador de Reyes. Según algunos medios con el fin de establecer los apoyos que los terroristas reciben desde países vecinos. Ya el Fiscal de la CPI en su visita a Colombia había dejado muy claro, que él puede llevar a cabo una investigación sobre estas colaboraciones, que están penadas por el Estatuto de Roma. Ahora esto es más que una posibilidad.

El gobierno colombiano no ha dejado de acusar al venezolano de colaborar con la guerrillas. Tampoco los EE.UU., por boca incluso de su presidente, han dejado de insistir en la existencia de ese apoyo.

Las FARC han declarado que respaldan la revolución bolivariana, a cuyos líderes admiran y respetan. Chávez ha dicho que el respeto y admiración es reciproco. Pero lo que realmente sería catastrófico es que ahora se pruebe ante un tribunal internacional lo que muchos suponen, que Chávez apoya a las FARC. Sería una catástrofe en medio de una crisis. Después de la captura del computador de Reyes, Chávez se ha hecho prudente en las relaciones con Colombia. Luego de criticarlas, ahora no habla sobre las FARC, sino que responde a través comunicados de la Cancillería y utiliza otros voceros. Pero, ¿podrá el alacrán dejar de picar? o ¿el proceso en la CPI detenerse?. Ya veremos.

No hay comentarios: