Por Julio Andrés Borges
La ola militarista y guerrerista que ha desatado el presidente Hugo Chávez con su discurso violento y agresivo, así como los ejercicios militares que se han desarrollado en los últimos días.
Igualmente, la presencia de militares rusos y la nueva ley de las "Fuerzas Armadas Bolivarianas", esconde el deseo del presidente de convertir a Venezuela en un gran cuartel que se prepara para una guerra imaginaria.
La ola militarista y guerrerista que ha desatado el presidente Hugo Chávez con su discurso violento y agresivo, así como los ejercicios militares que se han desarrollado en los últimos días.
Igualmente, la presencia de militares rusos y la nueva ley de las "Fuerzas Armadas Bolivarianas", esconde el deseo del presidente de convertir a Venezuela en un gran cuartel que se prepara para una guerra imaginaria.
Por ejemplo, la nueva Ley de las Fuerzas Armadas aprobada en la habilitante, tiene los mismos contenidos que el pueblo rechazo el 2 de Diciembre del año 2007 en el referéndum constitucional d: 1) La creación de unas milicias que depende exclusivamente del presidente y que su misión es el control social y político de las comunidades, 2) la centralización de todas la Fuerzas Armadas bajo el mando del presidente, 3) el convertir la condición de Comandante en Jefe en un grado militar que lo convierte en militar activo y presidente al mismo tiempo, 4) El dotar de armamento a los concejos comunales son algunas de las muestras de querer convertir a Venezuela en una democracia militarizada.
El presidente, debe darse cuenta que el verdadero enemigo es la violencia y la impunidad que vive Venezuela. En tal sentido explico debemos reflexionar sobre los siguientes datos: en Venezuela se asesina un ser humano cada 31 minutos, eso significa que, de acuerdo a estudios del Arm Survey, de cada 18 asesinatos que hay en el mundo, 1 es de un venezolano.
Lo peor es que no hay castigo, de cada 100 asesinatos que se comenten, solo se castigan 7, los 93 asesinatos restantes quedan impunes.
Si de verdad el gobierno quisiera vencer la violencia, el camino no es la guerra, sino transformar el sistema de justicia para que pueda haber cumplimiento de nuestros derechos.
Por ejemplo en Venezuela existen apenas 600 fiscales para más de 26 millones de venezolanos. Estos 600 fiscales tienen sobre su escritorio, por procesar mas 14 millones de crímenes, delitos y asesinatos que no han sido atendidos. Allí debe estar puesta la energía de todos los venezolanos y especialmente del gobierno.
Le aconsejo al presidente dos R, reflexionar y recapacitar la verdadera guerra no es con los gringos, es contra la violencia, la inseguridad y la impunidad.
Nadie quiere una Venezuela convertida en un cuartel sino dedicados a salvaguardar nuestras fronteras y nuestra constitución.
http://www.analitica.com/va/politica/opinion/1077656.asp
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