
Esta apremiante revisión —sobre la cual se debe trabajar de inmediato y sin prejuicios— no puede desestimar las particularidades de las regiones en donde la alternativa sólida al PSUV está representada, no por la oposición tradicional, sino por factores de la disidencia revolucionaria, cuyas conquistas en noviembre poseen una gigantesca importancia estratégica, de cara a las agrias batallas que se le avecinan a Venezuela. Las victorias de estos sectores desprendidos del chavismo, contribuirían a amplificar la derrota del mandatario y ayudarían en mucho a refinar sus efectos posteriores. La ponderación de las realidades en estados como Portuguesa, Guárico o Barinas le impone a los opositores entender las complejidades de las rupturas que están teniendo lugar en el campo de la revolución.
Si no se asume que estos rompimientos son carreras que evolucionan por fases, los caminos se alargarán y resultará imposible acelerar la confluencia de las distintas Venezuela hacia una zona de intereses comunes. Es a partir de esa zona de coincidencias que la lucha contra el autoritarismo adquirirá un nuevo ímpetu, una nueva energía y, lo mejor, una nueva integración de clases... Una oposición leal al objetivo de debilitar a Chávez no puede desconocer el potencial de estas rupturas, ni el trayecto que ellas están destinadas a recorrer. Del mismo modo como la unidad opositora ha sido el producto de la debilidad de sus diferentes componentes, los disidentes de la revolución tampoco pueden dar una batalla eficiente con el exclusivo respaldo de los descontentos del electorado rojo. En las circunstancias actuales, como tantas veces se ha dicho, nadie puede solo: ni siquiera estos factores, que hoy necesitan beneficiarse de la llamada economía del voto.
Si la dirigencia opositora no hace lo que corresponde, los ciudadanos deben sacar sus cuentas para imponerse por encima de partidos y personalidades que, movidos por la vanidad, están tentados a desentenderse del único objetivo trascendente con que los venezolanos asisten a las elecciones de noviembre: debilitar a Chávez. La reducción de las posibilidades de victoria es un hecho inocultable. Atajar el problema, una responsabilidad.
http://www.analitica.com/va/politica/opinion/9633396.asp
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