martes, 28 de octubre de 2008

Venezuela: un país que está blindado

Por Froilan A. Barrios Nieves

Cientos de protestas ciudadanas se desarrollan en todos los rincones de nuestra geografía, y nuestros gobernantes del oficialismo pretenden difundir ante el mundo entero que vivimos en un paraíso revolucionario. En todos los estratos, los trabajadores, los vecinos, gremios, sindicatos no reconocen, ni tienen credibilidad en las instituciones y recurren a las acciones de calle para sentir reconocidas sus demandas por parte del supremo y único poder, el Presidente de la República.

En un país donde las instituciones no cumplen su rol, se prepara el camino a la barbarie y se abre el camino a la desintegración de la nación. Presenciamos a diario el caos en todas sus versiones; ir de Valencia a Caracas es un tour de aventura, donde no sabes si el trayecto es de hasta 7 horas; quien transite la carreteras de Oriente ya le es normal el paro de carreteras por empleo, o por inseguridad, o por vivienda; o la entrada a la Valle-Coche o en Petare, se ha convertido en rutina el paro de transportistas protestando justamente por las muertes sucesivas de sus compañeros de trabajo; en la zona del hierro el centro de protestas es la SIDOR socialista paralizada por los trabajadores tercerizados, quienes han paralizado la entrada a Ciudad Guayana

Ante la ausencia de una referencia política o sindical nacional que los dirija, cada sector busca solucionar individualmente sus reclamos, convirtiéndose la calle en el único escenario posible para buscar resolverlos, ante la indiferencia gubernamental y el desprestigio de las instituciones. El gran dilema es, si con un petróleo a 110 $ el país a lo largo del 2008 se desmorona en centenas de conflictos laborales y civiles; ¿que sucederá el próximo año cuando se haga sentir la caída libre de la cesta petrolera venezolana, que solo en 4 meses ha perdido casi 60 $?. Actualmente no resentimos los efectos por los fondos acumulados en el Fondem y en la banca internacional; teniendo un colchón que amortigua por ahora la disminución brutal del precio del mineral. ¿Por cuanto tiempo se soportará este déficit, cuando el régimen necesita como mínimo un barril a 90 $?.

Ante ese cuadro crítico lo que responde el gobierno nacional y su vocero Presidente de manera irresponsable, es manifestar que la “economía venezolana está blindada”. Y como lo va estar, si la misma OIT reconoce que los efectos del crack financiero mundial llevarán al desempleo a más de 20 millones de trabajadores en el mundo entero, producto del cierre y desaparición de miles de empresas afectadas por la quiebra y la especulación de los capitales culpables de la crisis mas impactante, desde la gran depresión en 1929. Situación alarmante que llevaría las cifras de desempleo a 200 millones de trabajadores a nivel global.

Si el Presidente de la República pretende asumir el cataclismo económico y social que se nos avecina; con el mismo lenguaje excluyente, procaz, soez, como ha asumido la campaña electoral del 23 de noviembre, el 2012 se convertirá en una fecha demasiado lejana para el fin de su gestión, incapaz de enfrentar o comprender la dramática situación que ya presenciamos. Donde Venezuela es en América Latina la economía mas frágil ante la crisis financiera mundial, ya que dependemos en un 93% de los ingresos petroleros.

Por ello la dinámica de la política nacional, le otorga un escenario decisivo a las elecciones del 23 de noviembre próximo; y es que mediante un tsunami electoral renovemos el liderazgo regional y local, a los consejos legislativos; votando por los candidatos unitarios, luchadores por la reconquista de la democracia, frente a los candidatos del proyecto autoritario y excluyente. Ese liderazgo unitario ya elegido como alcalde, gobernador y diputado, deberá ser capaz de lograr el contrapeso necesario para restaurar la inclusión, el dialogo y el entendimiento nacional necesario para lo que se nos avecina.

http://www.analitica.com/va/economia/opinion/3155347.asp

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